La falta de oportunidades laborales cronifica la pobreza en València

En 2018, la Asociación atendió la cifra más alta de personas de los últimos cuatro años, de las que 4 de cada 5 están en edad laboral. Casa Caridad alerta de la situación de alta dependencia de los recursos sociales de los parados de larga duración. Preocupa que las familias en situación de protección internacional que no encuentran un empleo estable caigan en el aislamiento social. El 94% de los usuarios de Casa Caridad tienen algún nivel de estudios: destacan un 17% con formación universitaria y un 13% con FP. La Asociación apunta que los empleos que encuentran los usuarios son temporales y de baja cualificación lo que impide normalizar su situación. La mayoría de ellos continúa necesitando de la ayuda de Casa Caridad. La ONG lanza la campaña #soycomotú para visibilizar a estas personas y concienciar de la necesidad de dar nuevas oportunidades.

Álvaro tiene una experiencia laboral de más de 20 años en el sector informático. Sin embargo, en 2014 perdió el empleo y su situación se fue precarizando hasta acabar necesitando la ayuda de Casa Caridad. Con 47 años, Álvaro sigue buscando un trabajo que le devuelva a una vida “normalizada”. Álvaro, como Angélica, Nkechi, Artantxa, Vladimir o Rachel son una representación del 79% de usuarios de la Asociación que están en edad laboral, una cifra preocupante que refleja que el empleo es una de las principales causas de la cronificación de la pobreza.

Desde Casa Caridad se ha querido alertar del rechazo y la falta de oportunidades de las personas que atienden a la hora de obtener un empleo estable que les ayude a tener una vida normalizada. Por ello, la ONG ha lanzado la campaña #SoyComoTú para visibilizar a estas personas y sensibilizar a la sociedad sobre los problemas de la gente en situación de exclusión social a la hora de encontrar un empleo que le ofrezca estabilidad. “4 de cada 5 de nuestros usuarios están en edad laboral, muchos de ellos están en búsqueda de un empleo que les permita dejar de depender de los servicios que prestan las ONGs y los servicios sociales”, explica el presidente de Casa Caridad, Luis Miralles. La estigmatización cierra las puertas a estas personas a tener una nueva oportunidad laboral que les ayude a tener una independencia económica que les aleje de la vulnerabilidad.

Con estudios y experiencia

En 2018, Casa Caridad realizó un total de 435.802 atenciones, la cifra más alta de los últimos años, aumentando tanto el número de españoles como de extranjeros que hicieron uso de sus recursos. Desde la entidad se advierte de los problemas de pobreza crónica de los parados de larga duración, personas mayores de 50 años, principalmente españoles, que arrastran una situación derivada de la crisis de 2008 que pasaron de tener una vida normalizada, con un trabajo y cotización a la Seguridad Social a encontrarse sin ingresos. Una situación que se alarga desde hace varios años lo que contribuye a empeorar sus condiciones físicas y emocionales. “Con estas personas trabajamos en fomentar su motivación para romper la apatía y la baja expectativa después de tanto tiempo en el paro. Es un colectivo que nos preocupa especialmente porque pasan a tener una alta dependencia de las entidades sociales y una cronificación de su situación de vulnerabilidad que les aleja de su red familiar y les lleva a la soledad”, indica Luis Miralles. También preocupa la situación de jóvenes entre 18 y 30 años que están expuestos a un mayor riesgo de pobreza por la falta de trabajo estable. De hecho, en 2018 el número de jóvenes atendidos en el comedor social de Casa Caridad se ha doblado respecto a 2017.

“El problema de muchos de nuestros usuarios no es su nivel de estudios o su experiencia laboral, ya que muchos de ellos vienen de una situación donde han tenido un empleo que han perdido y han sido víctimas de una profunda crisis que les ha dejado fuera de un mercado cada vez más limitado”, indica Guadalupe Ferrer, gerente de Casa Caridad. De hecho, según datos de la Asociación, el 94% de los usuarios tienen algún tipo de estudios, de los que el 17% son universitarios y el 13% de Formación Profesional.

Uno de los perfiles que más ha crecido en los últimos meses en Casa Caridad es el de extranjeros en situación de protección internacional de países de Latinoamérica y del Este de Europa. Son familias normalizadas con estudios y trabajos, que han tenido que abandonar su país por una situación de emergencia y llegan a València con la intención de comenzar una nueva vida. A pesar de su preparación, los empleos que encuentran son de baja cualificación y temporales lo que los lleva a depender de la Asociación. También se encuentra el perfil de extranjero en situación irregular que necesita tres años para obtener el permiso de trabajo por lo que sus opciones durante este tiempo son empleos en situación irregular que les aporta unos recursos limitados.

La brecha digital aumenta las desigualdades

Desde Casa Caridad también se quiere poner el foco en la brecha digital a la que se enfrentan muchos usuarios para encontrar un empleo. Personas con recursos muy limitados que no pueden permitirse tener acceso a internet o que no pueden pagarse un móvil, lo que les dificulta enormemente encontrar trabajo a través de canales online. Según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares del Instituto Nacional de Estadística, un 13,6% de las viviendas en España no tiene acceso a internet, mientras que el 13,9% de las personas entre 16 y 74 años no ha accedido a internet en los últimos meses. Las personas en riesgo de exclusión que no pueden acceder a este recurso tienen más dificultades para acceder a un puesto de trabajo que les favorezca a reinsertarse socialmente.

Apoyo a la búsqueda de empleo

Desde el Departamento de Trabajo Social de Casa Caridad se trabaja de forma individualizada con todas las personas que acuden a la entidad. A través de este itinerario personal se detecta a las personas que están en búsqueda activa de empleo para asesorarles y acompañarlos en este proceso.

En 2018, participaron en esta actividad 266 personas, el 45% hombres y el 55% mujeres, tanto españoles como extranjeros. Por edad, el perfil que más demanda este taller son personas mayores de 50 años que llevan mucho tiempo sin empleo y familias entre 30 y 40 años con dos o más hijos a su cargo en situación administrativa regular que viven en pisos de alquiler, la mayoría con deudas de mensualidades de alquiler o recibos de suministros. Estas familias o no tienen ningún tipo de ingresos o uno de los progenitores trabaja de manera temporal con escasos ingresos.

Según los datos de las Asociación, aproximadamente 1 de cada 3 de los usuarios que reciben orientación laboral encuentran empleo, si bien son trabajos temporales, por breves periodos de tiempo y baja cualificación profesional, que no dan una solución estable a su situación y que les obliga a recurrir de forma permanente a los recursos de Casa Caridad.

Así, durante las próximas semanas la Asociación dará a conocer a través de las redes sociales su campaña #SoyComoTú en la que participan usuarios de la Asociación que presentan su curriculum vitae y su testimonio para encontrar un empleo estable. Con esta iniciativa, Casa Caridad quiere sensibilizar a la sociedad que el empleo es una de las principales causas de riesgo de pobreza  y la necesidad de dar una oportunidad para que las personas pueden volver a una vida normalizada.