Casa Caridad duplica la atención a mujeres en el último año

La entidad destaca que son cifras preocupantes por la mayor vulnerabilidad a las que están expuestas. Las cargas familiares, la ausencia de independencia económica, la violencia de género o la precariedad laboral lastran a las mujeres. La ONG ha reunido a más de un centenar de mujeres del ámbito empresarial y social para explicarles la labor que desarrolla la entidad para apoyar a este colectivo.

El número de usuarias de Casa Caridad se ha duplicado en 2018 respecto al año anterior, una cifra preocupante que refleja la feminización de la pobreza y la mayor vulnerabilidad a la que están expuestas las mujeres. Familias monoparentales de mujeres con hijos, desempleadas o empleadas sin contrato laboral, mujeres que viven en viviendas tuteladas o casas de acogida, víctimas de violencia de género, extranjeras en búsqueda de asilo político, mujeres provenientes del mundo de la prostitución o mujeres carentes de redes de apoyo o recursos económicos acuden a los comedores, talleres y albergues de la ONG en busca de ayuda para recuperar su vida.

“Desde el momento que entran en Casa Caridad, nuestro equipo de trabajadoras sociales realiza un seguimiento individualizado atendiendo a las necesidades de cada una de ellas para buscarles una solución”, explica Elena Sánchez, secretaria de la Comisión Ejecutiva de Casa Caridad. Así, la entidad no ha querido olvidar los últimos datos que se desprenden sobre vulnerabilidad en la ciudad de València y que refleja que las atenciones realizadas a mujeres por Casa Caridad en el servicio de comedor se incrementaron en un 55% el pasado año. Una situación de pobreza y desigualdades que se feminiza y que también afecta a los menores, ya que la mayoría de estas mujeres acuden acompañadas de sus hijos. De hecho, el albergue para familias ha estado a plena ocupación en 2018, mientras que a través del programa Escuela-Familia se ha atendido a un 17% más de mujeres.

“Las cifras son preocupantes y confirma la tendencia que hemos percibido en la entidad: cada vez son más las mujeres en riesgo de vulnerabilidad que necesitan del apoyo de nuestros trabajadores sociales y voluntarios para establecer un plan de trabajo para modificar su situación, ayudándolas en la búsqueda empleo o la recuperación de habilidades sociales, y en definitiva, resolviendo sus problemas para que vuelvan a formar parte con plena autonomía en la sociedad”, ha indicado indica Cristina Sánchez, responsable de Trabajo Social del Multicentro de Benicalap.

En esta línea, a lo largo de 2018 se han realizado actividades dirigidas a facilitar el día a día de estas mujeres como el asesoramiento para solicitar ayudas sociales, la realización de cursos de manipulación de alimentos, talleres de nutrición o de un ciclo de talleres de empoderamiento y de igualdad. Además, a través del programa Escuela Familia, los trabajadores sociales realizan una intervención social personalizada a las necesidades de cada mujer con acciones como la búsqueda activa de empleo, asesoría jurídica, conciliación laboral, búsqueda de vivienda o idiomas, entre otras.

Solidaridad en clave femenina

En el marco del Día Internacional de la Mujer, la entidad ha reunido a más de un centenar de mujeres del ámbito empresarial y social de València para explicar de primera mano la labor que realiza Casa Caridad con mujeres en riesgo de exclusión social. “Con esta acción queremos visualizar un problema, el de la pobreza, que está creciendo en València y que lo hace de forma importante en las mujeres, que están más expuestas a situaciones de vulnerabilidad asociadas a la precariedad laboral, la responsabilidad en el cuidado y atención de sus hijos o la violencia de género”, indica Elena Sánchez.

Guadalupe Ferrer, directora gerente de Casa Caridad, ha agradecido el apoyo de las personas que apoyan a la entidad para que abra sus puertas todos los días y ha destacado que “la exclusión social tiene rostro de mujer, pero también la solidaridad, como demuestra el compromiso de las mujeres que han participado en esta jornada”. En esta línea, Guadalupe Ferrer apunta que “la ONG sigue necesitando el apoyo de los valencianos para poder atender a todas las personas que acuden a Casa Caridad”.