Casa Caridad alerta del aislamiento social que sufren las personas sin hogar

  • La entidad lanza una campaña con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre las necesidades reales de las personas sin hogar, que son “Mucho Más que Comer”
  • El “V Informe de las Personas Sin Hogar” emitido por Casa Caridad refleja un aumento en el número de sin techo españoles que representan el 67’8% del total, lo que supone 8 puntos porcentuales más que el pasado año
  • Hombre de entre 41 y 65 años, con un estado físico y psíquico muy deteriorado, el perfil más frecuente en los albergues de Casa Caridad
  • Largos periodos de soledad, factor determinante en el perfil de los atendidos por la entidad benéfica
  • La población extranjera atendida supone el 32,2% del total. Entre este grupo hay más de 50 países representados

 

València, 19 de septiembre de 2017. Casa Caridad alerta de la soledad que padecen las personas sin hogar con una campaña de sensibilización social que ha denominado “Mucho más que comer”. Y es que precisamente la alimentación es sólo una de las necesidades de este colectivo, que a menudo se ve privado de redes de apoyo que le ayuden a su reinserción. Así lo refleja el “V Informe de las Personas sin Hogar en Valencia” realizado por el departamento de Trabajo Social de la entidad y que pone de manifiesto el perfil de los usuarios sin techo de la Casa. En el informe destaca el aumento de españoles atendidos a través del servicio de albergue, que representan el 67’8% del total de los usuarios, 8 puntos porcentuales más que en 2016. Destaca también la presencia de  hombres, entre 41 y 65 años, con patologías asociadas. El estudio incide en la falta de apoyos sociales como característica común de la mayoría de los usuarios, fenómeno que tiene influencia directa en su situación de vulnerabilidad.

Mucho Más que Comer

Casa Caridad contempla un conjunto de actuaciones y programas enfocados a fomentar la recuperación de habilidades sociales de las personas en riesgo de exclusión social y apoyarlas en su reinserción sociolaboral. Por eso, a pesar de que el servicio de comedor de la entidad es fundamental ya que permite que se sirvan a medio día más de 500 raciones de alimento diarias, son muchos otros recursos los que la ONG ofrece enfocados a la inclusión social.

“Somos conscientes de que para trabajar por la inclusión real hay que ofrecer otros recursos que van más allá de las necesidades básicas de techo y vivienda. Con la campaña “Mucho Más que Comer” queremos promover una mayor conciencia tanto de las necesidades de los colectivos en riesgo de exclusión como de los instrumentos que pueden darse para mejorar su situación”,explica el presidente de la institución, Luis Miralles.

 

Recursos para combatir la soledad

Entre estas herramientas destaca el Centro de Recuperación Personal, servicio único en València que se aleja del asistencialismo y persigue el empoderamiento pleno de los usuarios. Este servicio ofrece talleres destinados a la readquisición de habilidades sociales y cognitivas para todas las personas en situación de vulnerabilidad que quieran acudir.

“Las personas que han pasado mucho tiempo en la calle suelen haber perdido rutinas que parecen básicas como el ser capaz de comunicarse, cocinar o asearse. Desde aquí les ayudamos a recuperarlas”, comenta el presidente.

En el Centro de Recuperación Personal de Casa Caridad se trabaja con grupos pequeños para fomentar el buen funcionamiento y la creación de relaciones afectivas entre los participantes. En los grupos, que se procura no se superen las 30 personas, se ofrecen múltiples opciones, entre ellas talleres de cocina, prensa, excursiones, gimnasia o poesía. Un servicio consolidado al que los usuarios piden seguir acudiendo incluso una vez han abandonado la Casa. Así lo explica el presidente: “Casa Caridad es un punto de referencia para las personas atendidas, aquí acaban encontrando su familia y un círculo de apoyo”.

A estos servicios hay que sumarle los talleres de empleo y vivienda, recursos claves en el trabajo para la reinserción de los colectivos vulnerables. A través de estos, se diseña un itinerario laboral personalizado a la experiencia e intereses de cada usuario y se les apoya para encontrar un lugar digno en el que vivir.

 

Mayoritaria presencia española

En el estudio presentado por la ONG se recalca el incremento en el número de españoles en riesgo de exclusión que reclaman ayuda a la entidad benéfica. Este grupo ha crecido 8 puntos en lo que va de año y ya representa un 67’8% del total de los usuarios. El rango de edad más común oscila entre los 41 y los 65 años y suele relacionarse con personas afectadas por patologías asociadas o trastornos psicológicos. En este análisis también llama la atención el aumento de personas mayores de 65 años, totalmente solas, que reclaman ayuda a la entidad y con un estado físico muy deteriorado. Además, se hace hincapié en los menores de 20 años que representan el 8’4% del total de los usuarios del albergue. Entre este último grupo destaca el perfil de jóvenes provenientes de centros de menores, sin trabajo, ni redes familiares.

“Las circunstancias de los usuarios son muy diversas pero la carencia de apoyos sociales es un punto en común en casi todos ellos. Por su situación problemática suelen haber perdido todas sus redes de apoyo por lo que se ven solos y aislados.”, comenta Guadalupe Ferrer, gerente de la entidad.

 

Más de un origen

Aunque en esta radiografía del sinhogarismo en la ciudad de València destaca la presencia de ciudadanos españoles, la representación del colectivo de extranjeros es también considerable pues suma un 32,2% del total. Entre los usuarios de Casa Caridad están representados más de 50 países. En estos casos, la situación de los usuarios se complica ya que con frecuencia se encuentran totalmente aislados en el país. A esta coyuntura se añade el desconocimiento del idioma y la falta de información sobre los recursos a los que pueden acogerse. La entidad trata de remover estas barreras con la oferta de clases de español y alfabetización impartidas por voluntarios.

“Los usuarios encuentran en esta organización un lugar en el que dejan de sentirse invisibles. A través de las clases vuelven a sentirse parte de un grupo en el que pueden apoyarse para seguir hacia delante”, comenta Luis Miralles.

 

En busca de soluciones

Son muchas las circunstancias que pueden desencadenar la soledad y llevan a los usuarios a solicitar ayuda en la ONG, entre ellas, los conflictos familiares y laborales o los trastornos mentales. En este último caso, el estudio insiste en cómo muchas de estas patologías no siempre han sido diagnosticadas antes de que los usuarios acudan a la entidad. Por eso, desde Casa Caridad se les acompaña en el seguimiento médico y se establecen unas pautas acompasadas a las intervenciones psicosociales.

“Buscamos reforzar tanto la autonomía como la autoestima de nuestros usuarios y dotarles de la seguridad necesaria para enfrentarse a nuevos proyectos. Queremos apoyarles en todo lo que sea posible y que se sepa que esto es, sin duda, “Mucho Más que Comer”, concluye el presidente.

La campaña de sensibilización tiene como objetivo concienciar de la necesidades específicas de las personas solas y de cómo desde la entidad se trabaja para que sean atendidas. Casa Caridad se sostiene gracias al apoyo de los valencianos que participan en su 70% financiación, solo el 30% de los fondos de los que dispone la organización se corresponden con subvenciones públicas.